jueves, 28 de mayo de 2009

Ya se que lo sabeis, pero por si acaso. Dios no existe.

Me cago en dios. Me parece una de las construcciones humanas mas dañinas, por lo que tiene de desmovilizante y aborregante. No hay nada mas grande que la vida. Nada nos creo, nada nos destruirá. La muerte esta al final del camino. Esperándonos a todas. Hay que dejar sitio libre para las nuevas. Somos criaturas anárquicas, para bien o para mal, es lo que hay. Somos atomos, somos diosas, ni mas, ni menos. No somos tan importantes ni tan insignificantes, todo lo que vive esta a nuestra altura, en el juego de la vida no existen reglas, nosotras las hacemos.
Como dijo alguien, somos monos con piel de cerdo dando vueltas sobre una roca en un vacío infinito. Me cago en dios.
No confió en algo que no existe. Si existiera habria dado muestras de ser un autentico cabronazo o un inútil, no es mas que nosotras.
Todas esas patochadas religiosas es hora de que desaparezcan, Dios, Ala, Yahve, Microshoft, la champions league, Brangelina y demás innumerables mitos.
Si quieres peces, moja tu culo. Punto
Si dios no estuviera muerto, habría que matarlo.

Subestimar la violencia.

La violencia es el único camino que les queda a los desheredados para reclamar sus derechos.
Entonces el sistema se dedica a desprestigiarla sistematicamente. Construir, dicen, no destruir, dicen, desde sus cómodas poltronas.
Este mundo no funciona bien y hay que reducirlo a cenizas. No esta mal entretenerse con las reformas, pero si se puede, hay que hacerlo arder.
Esperemos que todos aprendamos la lección y no acabemos reproduciendo la misma mierda.
Lamentablemente para mi, no creo que lo llegue a ver, o a sufrir, quizá yo sea de los primeros en quemarse en el nuevo infierno.
Lo seguro es que si nos quedamos sentados sobre nuestros indiferentes culos con la panza contenta nada cambiara.
Y eso según yo creo, es malo, muy malo.
Así que destruyamos todo lo que podamos, deconstruyamos y allanemos, después ya construiremos o otras lo harán por nosotros.

martes, 19 de mayo de 2009

Noticia

En medio de un panorama tecnológico abarrotado de pantallas de plasma y teléfonos móviles con cada vez más características y posibilidades, un nuevo tipo de aplicaciones intenta darle la vuelta a la tortilla de la innovación mundial. Se trata de sistemas para desinfectar el agua por menos de cuatro euros, herramientas agrícolas construidas con bicicletas viejas o sistemas baratos para diagnosticar el sida. Son, en definitiva, proyectos de bajo presupuesto y alto rendimiento pensados específicamente para los países en vías de desarrollo.
"Los diseñadores dedican sus esfuerzos al 10% más rico" "Los diseñadores de hoy en día dedican todos sus esfuerzos a solucionar los problemas del 10% más rico de la población", lamenta Paul Polak, fundador de la ONG IDE. Polak lleva más de 25 años desarrollando tecnologías para el otro 90% del mundo, cuyas necesidades básicas se ven continuamente desatendidas por al falta de interés de la investigación realizada en los países desarrollados. Sus bombas de agua por menos de 20 euros y otros inventos han ayudado a salir de la pobreza a unos 17 millones de personas en ocho países de África y Asia, señala. Sus nuevos proyectos incluyen un microscopio muy resistente que se recarga con energía solar y kioscos de venta de agua que usan un sistema de desinfección eléctrico que cuesta unos 30 euros.
Crecimiento constanteEl MIT tiene un laboratorio pensado para este problema, el D-Lab "Este campo está creciendo enormemente", comenta Bernhard Weigl, un profesor de la Universidad de Washington que intenta desarrollar un sistema de detección para enfermedades infecciosas que cueste dos euros y sea tan fácil de usar como un test de embarazo. "La gran ventaja es que no necesitas ningún aparato, sólo un pequeño tubo en el que ya están los productos químicos que se van a usar", explica Weigl. Cuando comenzó este proyecto hace cinco años, indica el profesor, había sólo dos o tres grupos trabajando en este campo. Ahora hay unos 50.
Estas tecnologías también han irrumpido en prestigiosas universidades como el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde existe un famoso centro de innovación para el desarrollo llamado D-Lab. En un destartalado laboratorio repleto de carbón, bicicletas viejas, tuberías y rudimentarias prensas de metal, unos 200 estudiantes aprenden cada año a desarrollar inventos para aquellos que carecen de agua, alimentos, energía o atención médica.
Hay programas similares en otras universidades estadounidenses Los estudiantes tienen también la oportunidad de viajar a países en desarrollo para conocer de primera mano las necesidades de la población local e idear junto a ellos soluciones apropiadas. "Hay estudiantes a los que esta experiencia les cambia a vida", explica David Grau, un ingeniero catalán que imparte clases en este curso. "Todos los conocimientos de ingeniería que adquieren en el MIT para ir a trabajar en las grandes empresas de EEUU pueden utilizarlos en desarrollar tecnologías que tienen un impacto en países en desarrollo", explica.
Del D-lab han salido diferentes tecnologías como, por ejemplo, un sistema para convertir desechos agrícolas en carbón, un test rápido para evaluar la calidad del agua o una bicilavadora que se utiliza en zonas donde no hay electricidad ni agua corriente.
Otras universidades de prestigio de Estados Unidos, como Berkeley, Stanford o Colorado State han desarrollado programas similares cuyos proyectos incluyen lámparas de bajo consumo que se recargan con un pequeño panel solar o bombas de agua similares a las que ideó Polak, que da clases en varios centros. "Hay una gran cantidad de estudiantes en Occidente que quiere aprender a marcar la diferencia", señala el experto. "Es un movimiento imparable".‘Bicimáquinas’ que se usan para lavar la ropa o generar electricidad Una bicicleta sin ruedas puede llegar muy lejos. Así lo ha demostrado Carlos Marroquín, un guatemalteco que fabrica ‘bicimáquinas’ especialmente ‘tuneadas’ para cubrir las necesidades básicas de la población local.
Las bicicletas de Marroquín sirven para desgranar maíz, bombear agua de un pozo, arar el campo o incluso generar electricidad para recargar lámparas. También hay diseños para cascar nueces y triturar frutas.
El proyecto, llamado Maya Pedal, echó a andar en 1997 en torno a la localidad de San Andrés Itzapa con el objetivo de ayudar a la población rural más desfavorecida.Desde entonces, Marroquín ha ideado un total de14 modelos de bicimáquinas, que permiten realizar labores para las que antes se necesitaba maquinaria más compleja. Además, sus artilugios son un modelo de sostenibilidad, pues se nutren de la energía limpia y ubicua que todo el mundo lleva en las piernas.
Marroquín ha sido invitado por el (MIT) para hablar de sus proyectos. Un grupo de estudiantes de esta institución se basó en sus diseños para crear una ‘bicilavadora’ a pedales para zonas remotas en las que no hay agua corriente ni electricidad, como la de la imagen, en la localidad de Ventanilla (Perú). Desechos que se convierten en energíaUnos 800 millones de personas dependen de la quema de madera, estiércol u hojas como principal fuente de energía. Esto no sólo fomenta la deforestación, sino que también propaga enfermedades respiratorias que matan a unos dos millones de personas al año. Haití es uno de los países en los que esta situación ha llegado a sus peores extremos. Hundido en la pobreza y la escasez de otra fuente de energía, la necesidad de leña para cocinar ha contribuido a la casi completa deforestación del país.Desde hace unos años, la ingeniera del MIT Amy Smith, una auténtica autoridad en tecnología sostenible, intenta solucionar el problema usando poco más que desechos orgánicos, bidones de gasolina viejos y rudimentarias prensas de metal. Smith y el equipo de su laboratorio, el D-Lab, están perfeccionando un sistema que utiliza una fuente de energía omnipresente en Haití: los desechos de la caña de azúcar. El sistema realiza una quema controlada de esa biomasa dentro de un bidón y la convierte en ceniza. La ceniza se mezcla luego con engrudo vegetal que sirve de adhesivo para fabricar pastillas de carbón, explica Víctor Grau, uno de los profesores del D-Lab.
Al contrario que la leña o las hojas, el carbón proporciona más energía y emite menos humos tóxicos, detalla Grau. El Banco Mundial ha subvencionado este proyecto y sus autores quieren desarrollar pequeños negocios locales en la producción y venta de carbón. Un diagnóstico de enfermedades simple y baratoAntes de poder combatir el sida, la malaria o la tuberculosis, es necesario diagnosticarlas, lo que en muchos países sigue siendo una utopía. Los sistemas actuales para diagnosticar estas y otras enfermedades son caros y muchas veces inservibles en las remotas zonas rurales donde más se necesitan. Desde hace unos años, grupos de todo el mundo intentan desarrollar diagnósticos baratos y sencillos. Para algunos equipos, el mejor ejemplo a seguir son los test de embarazo que, en poco tiempo, son capaces de hacer un diagnóstico fiable con un instrumental muy reducido y fácil de usar, explica Bernhard Weigl, profesor de la Universidad de Washington. Weigl lidera el desarrollo de nuevos equipos diagnósticos en PATH, una ONG centrada en problemas de salud. Su equipo está trabajando en un test para detectar fragmentos de ADN y ARN de varios patógenos sin usar la complicada tecnología que normalmente se necesita en los laboratorios. El sistema se basa en un grupo de productos químicos que amplifica el material genético generando el calor necesario para ello. Una vez se mezcla la muestra del paciente con esos productos, se podría hacer un diagnóstico a simple vista en función de que la solución esté turbia o no. El investigador quiere que estos test cuesten unos tres dólares y estén listos en dos años. Minimalismo en la central hidroeléctrica Uno de cada tres habitantes del planeta (2.000 millones de personas) no tienen servicios básicos como electricidad o agua potable. La ONG AIDG ha desarrollado mini-centrales hidroeléctricas que pueden generar energía suficiente para familia o toda una comunidad. El modelo se basa en los mismos principios que una gran central: una caída de agua, una turbina para generar electricidad y un sistema de almacenamiento. Pero, en este caso, el sistema es mucho más sostenible y barato.
El diseño más minimalista está casi totalmente hecho de plástico y almacena la electricidad en una batería de coche, según explica Samuel Redfield, el miembro de AIDG que ideó el sistema.
El pasado invierno, Redfield viajó a Guatemala para ponerlo en práctica en una pequeña localidad dedicada a la producción de café llamada La Florida. Como en muchas otras zonas de este país latinoamericano, el tendido eléctrico no llega a La Florida. Uno de los retos del modelo desarrollado por la ONG era que usaba un alternador de fabricación estadounidense, que cuesta unos 300 dólares. Como parte del proyecto, Redfield consiguió sustituir la pieza por un alternador de coche, mucho más común y barato, y más sencillo de encontrar.
“La mayoría de los coches que se ven por aquí utilizan este alternador”, explica. El técnico estadounidense modificó la pieza para que fuera capaz de generar electricidad a muy bajas revoluciones. La instalación de Redfield se usó para cargar los teléfonos móviles de toda la población de La Florida, donde la gente los utiliza para pedir provisiones o ayuda médica. Normalmente, los ciudadanos tienen que pagar un taxi para ir a recargar su teléfono en un servicio de pago, explica Redfield. El sistema también va a utilizarse para dar luz a varios hogares y poner en marcha sistemas eléctricos de purificación de agua. Desinfección a rosca y por cuatro euros Cada año mueren más de un millón y medio de personas en el Tercer Mundo, la gran mayoría niños, por falta de agua potable. Uno de los grandes problemas es que las técnicas de depuración son demasiado caras o imposibles de instalar allí donde más se necesitan.
El año pasado, el profesor de la Universidad de Iowa Craig Just y sus alumnos intentaron resolver este problema con poco más que una botella de agua, una manivela y un par de electrodos.
Su proyecto se basa en una reacción química que transforma el agua salada en cloro. El invento, que ganó un premio de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, podría tener un coste de unos cuatro euros. Cada unidad generaría suficiente cloro para desinfectar unos 20 litros de agua, calcula el proyecto.

Sufrimiento.

Hoy sufro, asi que me he tomado la libertad de añadir aqui un monton de topicazos y sabiduria simplona, porque me da la puta gana. Amen.
“Casi toda la humanidad tiene tus mismas dificultades, ¿no te lo había contado? Si no tienes lo que quieres, sufres; si tienes lo que no quieres, también sufres; incluso si tienes exactamente lo que quieres, sigues sufriendo porque no lo puedes tener siempre”. Ésta es una cita de D. Millman que resume bien la situación.
“Si consideramos que el sufrimiento es algo antinatural, acabaremos queriendo buscar un culpable”
“Cuando somos capaces de mirar de frente el problema que nos preocupa, empezamos a actuar para solucionarlo”
“Creemos que son los demás los que deben girar a nuestro alrededor preocupándose por nuestro estado de ánimo”
“El corazón tiene sus dolores privados: ni siquiera todas las grandes causas de este mundo pueden impedir que llore por un amor perdido”
“Sólo podemos curarnos del sufrimiento experimentándolo completamente"
Nos construimos una vida “segura” para evitar peligros y en realidad lo que evitamos es la vida. Tenemos miedo a sufrir y la clave para no hacerlo se encuentra en la aceptación de este sufrimiento

jueves, 14 de mayo de 2009

Cambio de estrategia.

Mi estrategia era una real mierda. Y digo era porque la voy a cambiar. Ya estoy harta de ser un ventilador de cacas, así que a partir de ahora soy positiva. Aunque reviente.
Primer dato.
Liniers, todo un descubrimiento, gracioso y ácido, su pagina web es una pequeña maravilla, (al menos para mi que soy un analfabeto www) y llena de detallitos tecnologicos y románticos. Además hay un montón de no oficiales con sus historietas, que valen la pena, y generan la sonrisa.
Segundo dato.
Zinelibrary.com, un montón de información, una biblioteca de fanzines, la mayoría están en ingles pero también hay material en otros muchos idiomas. Vale la pena.
Tercer dato.
Crimethinc. com, en ingles, anarkia light, revolución de andar por casa, pero con golpecitos de poesía.
Cuarto dato.
Los vídeos en YouTube de un grupo uruguayo, o paraguayo, o lo que sea ayo, Cuarteto de Nos se llaman buenisimos, me levantan el animo, y eso no es cualquier cosa.

Recuerdo que tengo que ser positiva. Aunque se me pudran las tripas.

martes, 12 de mayo de 2009

Ahora mismo...

Ahora mismo me gustaria salir a la calle y prenderle fuego a todo, pero me tendre que conformar con mirar al suelo mientras camino, derrotado, hacia mi casa. Hoy la vida me da asco, a veces me encanta.
Sobrevivir ya es una victoria, pero no me voy a conformar con eso. O si, quien sabe, desde luego hoy no.

Iba a hacerlo esta mañana...

Iba a hacerlo esta mañana, de verdad
levantarme de la cama, lo juro
comprar algo de comida, en la tienda
y ordenar por fin mi vida, si se puede
y después pensé mejor que no
y actualicé el blog, copiando esto que no es mio
y así.